El día 8 de febrero del año 2016, algo cambio en la faz de mi tierra. Bryan Danielson decidía( forzado o no..) retirarse del mundo del wrestling. Para unos es una gilipollez lamentarse por ello, para otros un atraso en la evolución de la sociedad, para mí un sentimiento real de perdida. La respuesta a ello es sencilla y sincera, se puede ser feliz viviendo en un sueño, se puede hacer realidad cualquier sueño. Solo necesitamos basar nuestros deseos en la superación de innumerables obstáculos en nuestro día a día.

Los que conozcan la historia de Bryan Danielson sabrán lo que tuvo que afrontar. Cada día era repudiado por tener un físico corriente, su estatura no alcanzaba el metro ochenta cuando la media de sus rivales alcanzaba por momentos una media de dos metros de altura. Del peso mejor no hablamos porque todos conocemos los mastodontes que deambulan por los rings americanos. Incluso la propia política empresarial del capitalismo ponía trabas al éxito del trabajo, da igual lo que trabajes, si eres pobre lo seguirás siendo toda la vida. Pero es posible que desconozcan que su intelecto era privilegiado, muy superior a la media, y es ello en parte lo que le hizo actuar de manera correcta en los pasos afrontados en su carrera y en su vida personal. La acertada valoración de los pros y los contras de las diferentes decisiones fue la que le llevó a la cima más alta.

Su trabajo y determinación lo convirtieron, en contra de los deseos de una empresa con un valor superior a los mil millones de dólares, en el favorito del público. Trabajo, y fe en ese trabajo,convirtieron a este barbudo en uno de los mayores ejemplos de lucha contra la sociedad del consumo y el acomodamiento moral. El éxito no es el poder o el dinero, el éxito es ser feliz y para ello debemos trabajar sin descanso, no acomodarnos en nuestra acolchada estupidez. Sobra decir que sin su figura, es mas que posible que no tuviera una empresa, incluso puede que no valorará el amor como lo hago.

Gracias a él, he alcanzado una determinación existencial única e irremediable. Me he levantado de cada tropiezo dando dos pasos más por cada paso perdido, he mirado al abismo a la cara y ha sido él quien me ha retirado la mirada. En la vida tenemos una misión definida que tenemos que cumplir, y este mundo lleno de dinero, deportes y religiones, me ha enseñado que mi misión es tan importante como la de cualquiera. Yo he aprendido a ser mejor persona y mejor ser humano gracias a un luchador de wrestling y me siento orgulloso de ello. Cada día trabajo por ser feliz, Gracias Bryan Danielson.