El Vacío Sagrado y el Algoritmo: Cuando la tecnología hereda las promesas de la religión (y fracasa) (Parte 1)

«Con esta nueva serie de artículos me adentro en un terreno muy pantanoso, pero con la ropa adecuada y un buen paraguas, por lo que pueda caer, continuaré adelante. La religión y la tecnología, dos de las fuerzas más poderosas de nuestra era, actúan como espejos de lo que anhelamos (y tememos) en lo más profundo. Vamos a explorar por qué, tanto en la infancia como en la edad adulta, buscamos respuestas en dogmas o pantallas, cómo esa búsqueda a menudo se convierte en un vacío más grande, y de qué maneras podemos recuperar una conexión auténtica con lo sagrado para sanar la fractura entre el alma y el algoritmo. Porque al final, tanto el niño que reza como el adulto que programa comparten la misma pregunta: ¿qué nos llena cuando lo externo falla?»

En los templos de Japón, desde 2017, un peculiar oficiante preside ceremonias funerarias: Pepper, un robot humanoide de 1.2 metros que recita sutras* budistas con voz artificial mientras proyecta imágenes de los difuntos en una pantalla integrada en su pecho. Esta escena, que podría parecer extraída de una novela de ciencia ficción, plantea una pregunta inquietante: ¿qué ocurre cuando delegamos lo sagrado a un algoritmo?
El vacío existencial ha sido el tema central de los grandes pensadores de la modernidad. Heidegger nos habló del «ser-para-la-muerte» como la angustia fundamental que define nuestra condición humana, mientras que Fromm identificó el «miedo a la libertad» como el motor que nos impulsa a buscar refugio en sistemas que prometan certidumbre. La religión y la tecnología emergen precisamente como respuestas a este vacío primordial, cada una ofreciendo sus propias narrativas de salvación.
Sin embargo, aquí radica la paradoja de nuestro tiempo: ambas prometen redención, una trascendente, la otra inherente, pero al fallar en sus cometidos, no solo no colman el vacío, sino que lo profundizan, generando nuevas formas de alienación y crisis de sentido. El robot sacerdote Pepper no es simplemente una curiosidad tecnológica, sino el símbolo perfecto de esta doble bancarrota: la incapacidad de las instituciones religiosas para adaptarse a los tiempos y la pretensión tecnológica de resolver mediante algoritmos lo que pertenece al orden de lo inefable.

*Un sutra budista es un texto escrito que contiene las enseñanzas y preceptos del Buda, o de sus discípulos cercanos, y que sirve como guía para alcanzar la «iluminación» espiritual.