«Al nacer somos simples eslabones de una cadena que nos conduce a la muerte. Si logramos desembarazarnos de la red que nos ata ,nos convertiremos en meros pacientes de un psiquiatra maniatado por nuestros propios sentimientos, el alma».

Friedich Karhem  Van  Popper.

Un día cualquiera un chico aparentemente normal se despierta por la mañana y descubre  que su vida es una espiral que gira entorno a una mujer. Durante  años se obsesiona con su existencia  infringiéndose los más dolorosos castigos morales sin obtener consuelo alguno.
Su nombre comienza a aparecer en todas partes: cine, tele, exámenes etc y por supuesto en su vida laboral, todo comienza a girar sobre ella. En uno de esos procesos mentales de combustión interna decide desdoblarse creando una imagen icónica de sí mismo, un personaje que le sustituya en los momentos de máxima debilidad y que le aporte la vitalidad existencial que perdió tiempo atrás.
El chico sigue manteniéndose ciertamente anónimo entre la masa selectiva pero su alter ego comienza a sentir la necesidad de hacerse oír suplantando por completo a su creador. Este, intentando controlar la situación decide golpear la mesa y tomar de nuevo el control.
En ese momento descubre que  la  masa  no creía en su alter ego , creía en él. Este es el punto de comienzo de una nueva etapa en la cual las palabras serán parcialmente sustituidas por imágenes llenas de intelectualidad emocional.
La mujer retomará su labor de guardián temporal del alma del chico hasta que aparezca la verdadera dueña.